Las primeras manifestaciones artísticas aparecieron en el Paleolítico Superior, lo que indica un importante avance en el pensamiento simbólico y el desarrollo de la capacidad de representar elementos del entorno.
Las primeras muestras de arte fueron de dos tipos:
– Pinturas rupestres: son pinturas realizadas en los techos y paredes de las cuevas. En Europa se han encontrado pinturas rupestres en diversos yacimientos del Sur de Francia y el Norte de España, por lo que estas pinturas se conocen con el nombre de pinturas rupestres de la zona franco-cantábrica. Éstas son sus características:
– Temas: animales aislados, estáticos, representados con gran realismo y sin formar escenas.
Técnica: los animales eran representados con gran realismo, pintados con varios colores (policromados) y en ocasiones se aprovechaban los salientes de las cuevas para dar más volumen a las figuras.
Los colores que se empleaban procedían de minerales y plantas de distintos colores e incluso sangre de animales. Las pinturas se aplicaban con los dedos, con espátulas o con pinceles hechos de pelos de animales.
Los yacimientos más importantes con pinturas rupestres son los de la cueva de Altamira en Cantabria (España) y las cuevas de Niaux y Lascaux en Francia.
Arte mobiliar: se trata de objetos artísticos que podían ser transportados, como estatuillas o plaquetas con grabados.
Las muestras más conocidas de arte mobiliar son las llamadas Venus, estatuillas femeninas con formas muy marcadas (caderas anchas, bustos prominentes, vientres abultados), lo que ha llevado a pensar que estuvieron relacionadas con el culto a la fertilidad. Las más conocidas son las Venus de Willendorf y de Lespugue.
La Historia
La Historia, en oposición a la prehistoria, refiere a los eventos protagonizados por la humanidad desde la invención de la escritura, es decir, desde que dichos eventos pudieron de alguna manera registrarse y preservarse para futuras generaciones. Es el campo de estudio de la ciencia social del mismo nombre.