En 1905 se publicó la teoría de la relatividad especial
Hace 100 años, el científico Albert Einstein transformó la manera de entender el mundo, al publicar su famosa Teoría de la Relatividad.
Aunque en 1905 Einstein formuló la Teoría de la Relatividad especial.
Uno de los avances científicos más importantes de la historia, la cual se ocupa de sistemas que se mueven uno respecto del otro con velocidad constante, vio que a su teoría le faltaba un detalle, por lo que diez años después publicó la Teoría de la Relatividad General, más compleja y que pretende aunar la dinámica newtoniana con parte de las consecuencias de su primer trabajo especial.
Relatividad.
Esta segunda teoría se ocupa de sistemas que se mueven a velocidad variable; tiene como postulado fundamental el principio de equivalencia, según el cual los efectos producidos por un campo gravitacional equivalen a los producidos por el movimiento acelerado.
Einstein aseguró que la gravedad no es una fuerza como otras, sino es consecuencia de que el espacio-tiempo se encuentra deformado por la presencia de masa (o energía, que es lo mismo).
De acuerdo con el postulado anterior, cuerpos como la Tierra no se mueven en órbitas cerradas porque haya una fuerza llamada gravedad, sino que se mueven en lo más parecido a una línea recta, pero en un espacio-tiempo que se encuentra deformado por la presencia del Sol.
Einstein señaló que la relatividad general se realiza en un espacio-tiempo de cuatro dimensiones, tres espaciales y una temporal, adoptado ya en la teoría de la relatividad restringida al tener que abandonar el concepto de simultaneidad.
Con esta teoría, los modelos cosmológicos del universo experimentaron una radical transformación, pues ya se concibió un universo ilimitado, carente de límites o barreras, pero finito; un espacio curvo, en el sentido de que las masas gravitacionales determinan en su proximidad la curvatura de los rayos luminosos.
La teoría de la relatividad explica ciertas anomalías en el concepto de movimiento relativo, ha sido la base para que los físicos demuestren la unidad esencial de la materia y la energía, el espacio y el tiempo, así como la equivalencia entre las fuerzas de la gravitación y los esfuerzos de la aceleración de un sistema.