La Prehistoria es uno de los periodos más importantes de la historia de la humanidad, siendo toda aquella etapa histórica en la que aún no existían formas escrita, y siendo por lo tanto estudiada mediante descubrimientos arqueológicos. La Prehistoria se divide en numerosas épocas, algunas con subdivisiones, dependiendo de la características propias que los seres humanos tenían en esos años.
Para entender la situación cronológica de la Edad del Cobre primero de todo debemos hablar sobre la etapa a la que pertenece, la llamada Edad de los Metales. No todos los historiadores usan este término, ya que para algunos las semejanzas entre las edades de Cobre, Bronce y Hierro no son las suficientes para agruparlos como si se hace en las tres edades de la Edad de Piedra.
La Edad de los Metales es considerada como la última etapa de la Prehistoria, estando situada entre la Edad de Piedra y la Edad Antigua, siendo la antecesora a lo que llamamos “Historia”, es decir, todo la trayectoria humana en la que ya existen fuentes escritas.
El nacimiento de la Edad de los Metales se debe a la evolución de los seres humanos durante los últimos años de la Edad de Piedra, siendo una etapa marcada por la evolución en diferentes aspectos, como la creación del arado para la agricultura, transportes algo primitivos, y especialmente la sustitución de la piedra por el cobre en la creación de herramientas.
Más tarde el cobre fue sustituido por otros metales como el bronce o el hierro, siendo esta la principal característica que separa a las tres edades de la Edad de los Metales.
Etapas de la Edad de Cobre.
Para conocer mejor la situación temporal de la Edad de Cobre debemos hablar sobre la división de la Edad de los Metales, para ver su situación. Las tres etapas en las que se divide la Edad de los Metales son las siguientes:
- Edad del Cobre: 5000 a. C.-1800 a. C.
- Edad del Bronce: 1800 a. C.-800 a. C.
- Edad del Hierro: 800 a. C.- Fin de la Prehistoria.